sábado, 1 de agosto de 2015

LEYENDAS DE LAS AMAZONÍA

  Introducción:

Toda lugar tiene una historia y en cada historia hay una leyenda que es tomada en cuenta para ser narrada en generaciones con estas leyendas esperamos que conozca las del sector. 

La piedra del diablo


En las afueras de la cuidad del Puyo, camino a la población de Shell, en el sector que hoy es el barrio “El Dorado”, existe todavía un riachuelo por el camino viejo. En este manantial, moradores longevos, dicen que algunas personas lavaban oro y por ese motivo es que a este lugar le llamaron como el metal dorado; pero los minadores al parecer eran molestados por un extraño ser.
Claro, a poca distancia de la quebrada en medio del camino existía una gran piedra solitaria, por lo que los viajeros se veían obligados a dar un rodeo, parecía un espacio enigmático y retirado. Cuentan los caminantes, que subido a esta piedra aparecía el diablo, de aspecto horrible, con traje de colores encendidos y que con su silbido penetrante interceptaba especialmente a los incrédulos y trasnochadores para causarles susto y espanto.
Los viajeros tenían mucha preocupación al pasar por este paraje, por temor a encontrarse con el maligno. Un lugareño que todavía vive en la zona, narra que algunas personas habían sido llevadas monte arriba y que para regresar al camino se les hacía difícil, porque tenían golpes en el cuerpo.
Los vecinos de la comarca se pusieron a discutir que si la piedra tenía al diablo, o el diablo tenía a la piedra como un talismán, y dijeron: pongamos una pierda pequeña junto a la gran piedra a manera de tributo. Creyeron que por esta acción no serían molestados cuando transiten por el lugar, pero las piedras se iban acumulando y se interrumpió el paso por la carretera.
Los pobladores solicitaron a algunas autoridades para que sea retirada la piedra; vinieron hombres con un poderoso taladro y explosivos. Una tarde, que nadie recuerda, la piedra voló en mil pedazos.
A la mañana siguiente, todas las piedras habían desaparecido y la gente preguntaba:¿Dónde se habrían llevado?, y pensaron en el diablo. Al poco tiempo aprecio más de ochenta montículos en los extensos terrenos de la hacienda Zulay y que los trabajadores las llamaban las “lomas del diablo”.

El caso despertó gran interés, por lo que llegaron investigadores y estudiosos en arqueología y determinaron que estos montículos eran “tolas” de culturas antiquísimas y que tenían mucho valor para la historia de Pastaza. No son lomas del diablo como la gente creía, y se cuenta además que en estos tiempos ochocientas familias trataban de apoderarse del lugar a toda costa. 



Leyendas del Pirarucu

 
Pirarucuera un indio que pertenecía a la tribu de los Uaiás. Era un bravo guerrero, pero tenía un corazón perverso, mismo siendo hijo de Pindarô, un hombre de buen corazón, jefe de la tribu. Egoísta y lleno de vanidades, Pirarucu adoraba criticar los dioses. Un día él aprovechó la ausencia del padre para tomar indios de su tribu como rehenes y ejecutarlos sin ningún motivo el dios de los dioses, decidió puní lo llamando a Polo para que esparciese suyo más poderoso relámpago. También convocó Iururaruaçu la diosa de los torrentes, y ordenó provocase a más fuerte tempestad sobre Pirarucu, cuando estaba pescando con otros indios a los márgenes de Rio Tocantins. El fuego de Tupã fue visto por toda floresta. Pirarucuintentó escapar, pero fue alcanzado en el corazón por un relámpago fulminante. Todos que se encontraban con él corrieron para la selva asustados. El cuerpo de Pirarucu, aún vivo, fue llevado para las profundidades de Rio Tocantins y transformado en un gigante y oscuro pez. Acabó desapareciendo en las aguas y nunca más regresó, pero por un largo tiempo aterrorizó toda la región


RECEPTADO POR: Silvana Rodriguez 


Araujo, P. (03 de Junio de 2010). Shildeshare. Obtenido de Leyendas Amazonicas: http://es.slideshare.net/Paulotuna/leyendas-amaznicas?related=3

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